Perder a alguien: se sufre porque el ausente, o el muerto, se convierte en lo imaginario, es decir: lo falso. Pero el deseo de él no es imaginario. Descender hasta dentro de sí mismo, hasta donde reside el deseo que es real.Simone Weil "La gravedad y la gracia"
Hambre: uno imagina alimentos; pero el hambre es real: asirse al hambre
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